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Mostrando entradas de 2009

Agradecimientos, ruegos y preguntas

La luz se está atenuando. Mis Directores suben al escenario y nos dedican unas palabras de agradecimiento para los que componemos la Revista, de modo sincero. No nos resulta raro escucharlos pues lo hacen a diario. Después, se dirigen a sus insignes invitados y sinceramente aplauden su apoyo durante el año tan duro y tan crítico para el sector y la sociedad. Los presentes acogemos el discurso con aplausos. En medio de tanto jaleo, tengo la sensación de que me observan. Miro a mi derecha y allí está Martín, que no parpadea y que me obliga a dar un trago a mi copa confundida. ¿No deseariáis leer el pensamiento de los demás? Yo sí. No sé si Martín está tomando medidas para hacerme un retrato o es que le interesan directamente mis medidas sin más. ;-) El beber a tragos imitando el savoir faire de Jaime Beltrán me obliga a visitar el concurrido baño. Por el camino me encuentro al aparecido Jaime desplegando sus artes con Velma, la última top model de éxito menor de veintiuno. Acaba de lleg

Caída libre

El día de la fiesta de las fiestas. El día que Jaime Beltrán volvía a mi vida. El día que ... Espero que recordéis el previo a la Fiesta de mi Revista. Así que seguiré por donde lo dejé. Si la memoria falla, lee el post "Cuento de una Fiesta de Navidad". El edificio que alberga el evento del año está tan iluminado que parece todavía de día. Las celebs se mueven como peces en el agua con sus taconazos. Los cinco: Alex, Lupe, Inés, el pintor que aparece siempre en el último minuto y yo, dejamos los focos atrás y nos dirigimos a la escalinata que se bifurca en dos en la segunda planta que acoge todo el tinglado. Alex va escoltado por Lupe e Inés. Detrás Martín y yo seguimos su paso, en un silencio incómodo para mí que intento romper. -¿Cómo te ha ido en Barcelona?- digo mientras echo un rápido vistazo y me choco con el aire que tiene de perdido, de bohemio, de enfant terrible que sé que podría hacerme extraviarme a mí también. - Mejor de lo que pensaba.- Después, más silencio.

Cómo empezó... (VIII)

Sonó el teléfono. Poco a poco se estiró y puso el agua para ducharse. Se encontraba algo cansada, pero feliz. El día de ayer había sido divertido y especial. Media hora después, bajaba al restaurante del Hotel a desayunar. Allí estaba el grupo. Habían guardado un sitio junto a Leo, que en ese momento, endulzaba su café y tenía gesto serio. - Buenos días a todos. - Buenos días- contestaron. El grupo guardó silencio. Sin duda se preguntaban qué había pasado anoche. Leo ni la miraba y tomaba su café sin expresión. Marta no pensaba decir nada. Disfrutó de su desayuno hasta que Víctor, se interesó: - ¿Qué tal ayer?– Todos la contemplaban expectantes, salvo Leo, que parecía tener pegada su mirada a la taza. - Bien.- Silencio. - Amaro es muy buen tío y un gran amigo- siguió Víctor. - Sí, es encantador – respondió Marta, mientras Leo mataba mentalmente a Víctor. Tras la aclaración, que no aportaba nada a los cotilleos matutinos que habían disfrutado aquella mañana, volvieron a la normalidad y

Cómo empezó... (VII)

Enseguida llegaron. Amaro aparcó y se quitaron los cinturones, girándose él hacia ella. - En fin, Amaro…. - Me lo he pasado muy bien- dijeron casi al unísono. Lo que provocó que rieran. Pero él de pronto se quedo serio y acercó su cara a la de ella. La besó en los labios muy despacio, de modo delicado, y se retiró. Volvieron a sonreir y se besaron relajados. Marta observó la camisa de él, que dejaba entrever el pecho velludo, lo que la hizo estremecerse y pensar en quitársela y descubrir lo demás. La música les animó un poco más. Amaro la acariciaba seguro provocando en ella sensaciones muy agradables… Se fueron separando, sabedores de que hasta ahí podían llegar en el parking de un hotel. - ¿Quieres venir a mi casa? – él la tentó. Marta, miró el reloj y se imaginó en tres horas dando una conferencia y escuchando a otros entre bostezos. Tenía que trabajar. - Vale, vale . Pero, ¿ me vas a llamar? - Sí. - Oye, me apuntas el tuyo. No es que no me fie. Es por si necesito un abogado. - Te

Marea alta ¿Espíritu navideño?

El estrés navideño golpea duro según señalan los expertos. Busca razones que no sean los regalos ni las comidas opíparas sin sentido por las que las Navidades merecen la pena. Eso fue lo que me encargó el Director de la Revista para mi columna. Reflexionemos: a mí me gusta ir por las calles de Madrid. Todo está iluminado: árboles de Navidad fashion y palabras mágicas como Paz y Felicidad se reparten bajo el cielo de la capital. El sonido que me rodea es más musical, parece que la gente ríe más. Los niños tienen los ojos más grandes que en otra época del año, fijaos. Miren donde miren hay colores brillantes, juguetes, adornos increíbles. Un hecho navideño a destacar es que entrar en un bar es casi imposible, pero una vez que tienes tu cervecita y tu tosta, el mundo cobra sentido, ya que estás un poco aturdid@ de tanto villancico, tanta bola y tanta luz. Es ahí cuando miras a los tuyos que en ese momento te rodean y compruebas que están tan a gusto como tú y sonríes. Te sientes afortun

Cómo empezó... (VI)

Cuando Amaro regresó con paso firme, se sintió agradado al comprobar que provocaba algún efecto en ella, pues le observaba desde el otro lado. Aunque estaba convencido también de que le diría adiós esa noche sin más. - ¿Vamos?. Tengo el coche detrás. La salida fue bastante lenta, porque todos los clientes querían saludarle. Él la llevaba de la mano. Algunas chicas le miraban inquisidoras. Entonces ella se sintió un poco una más. “¿Acompañaría cada noche a sus amiguitas para luego irse a la cama con ellas?”. Estaba claro que mucho éxito tenía que tener y entonces, cuando otra idea negativa iba a asaltarla, él se dio la vuelta y le apretó la mano -Hoy hay mucha gente ¿eh? Me gusta que todos disfruten de este lugar. – Sonrió con la expresión que a Marta le recordó a un niño. Así fue cómo se dio cuenta de que quizá Amaro tuviese muchas cosas por descubrirla que a primera vista no era posible imaginar. Se despidió amigablemente del enorme portero y se dirigieron a un patio que resguardaba

Cómo empezó... (V)

-¿Conoces a Víctor desde hace mucho? - Sí, éramos amigos de adolescentes cuando él venía de vacaciones. Cuando mi padre murió y me dejó esto, él me ayudo. – pareció recordar, mientras perdía su mirada en la inmensidad. - Así que, ¿tuviste que levantar solo todo esto? - Sí, mis padres tenían esta casa por mis abuelos maternos. Mi madre murió muy joven y mi padre decidió que la podría convertir en un Hotel, pero … no le dio tiempo. …- pareció ensombrecerse por unos instantes y después, suspirando, sonrió. – Entonces me quedé con ello y algún día puede que me meta en lo del hotel. Pero de momento, las copas son más fáciles. - Es un sitio precioso. Seguro que triunfaría. - Ya. Y tú, ¿eres abogada? - Sí. Me ocupo de la responsabilidad civil del hospital donde trabaja Víctor. - Pero debe ser muy difícil, ¿no? ¿Les defiendes o vas a por ellos?- preguntó casi contrariado. - Pues, depende. Hoy por hoy trato de evitar que actúen mal . En realidad, les estoy enseñando a…. - Que no se pillen los d

Cuento de una Fiesta de Navidad

Después de unos días compartiendo con vosotr@s la historia de mi hermana (que seguirá), tengo la necesidad de narrar cómo se está desarrollando el día de hoy, el día de la gran fiesta de la revista para la que trabajo y es que son las nueve y ya estamos preparados. El gran evento se inicia a las diez menos cuarto. Hay tiempo. Hemos quedado en casa de Alex para vestirnos juntos y asesorarnos unos a otros, lo de siempre. Lupe irá con un vestido palabra de honor de color azul eléctrico de Amaya Urzuaga que hace destacar su piel morena. Inés con un cuerpo de color clarete de encaje sobre una falda que compró en un outlet de Juan Duyós. Mis contactos en la revista me consiguieron un traje de noche camel de Ángel Schlesser cruzado en la cintura y que adoro. Alex irá de riguroso negro pues esta época del año no sube mucho su ánimo. Ya os conté lo de su familia, y es que antes, por lo menos, intentaban guardar las apariencias, pero ahora es distinto, ya sabéis. Está bastante sensible y aunque

Cómo empezó ... (IV)

Marta se sentía atraída por Amaro. Era realmente atractivo y se le veía seguro de sí mismo, tanto como para invitarla a dar una vuelta sin importarle nada que un grupo de hombres le observaran en sus maniobras. -¿Por qué no vamos a otro sitio del local?. Tu gente nos vigila –río. Bastó una mirada para comprobar que todos contemplaban embobados, y entre ellos Leo, que decidió que para él la noche había terminado y que no había más que hacer allí. Con un “Mañana nos vemos”, se despidió del grupo. Marta ya no estaba para ver su cara realmente amargada. En el taxi de vuelta se sintió el hombre más solitario de la tierra y auque triste, recordó que por unos instantes había tocado el cielo. Y entonces, de nuevo su cara se ensombreció, pues por primera vez en mucho tiempo recordó que no sólo el trabajo es lo que importa y que quizás mereciera la pena luchar por otras cosas. Algo en él estaba cambiando, ya que cuando cerró los ojos no fue algo mecánico previo al sueño, si no que lo hizo para

Cómo empezó ... (III)

-Creo que deberíamos volver. – Dijo él contrariado, soltándola dulcemente. -Sí, ha sido un poco precipitado- señaló mirándole y aún respirando con dificultad. – Mejor dejarlo. Yo me quedaré aquí un rato sola. Vuelve tú. -Oye….- Leo quiso disculparse y dejar claro que el problema estaba en el peligro que una relación suponía en la escalada hacia el éxito, pero supo que ella ya lo sabía y que nada volvería a ser igual. Se quedó allí … Pensó en si alguna vez le había pasado algo parecido … Ella le comprendía pero no le gustaba la sensación de saber que a él le interesaba pero no estaba dispuesto a más. Estaba herida. No iba a permitirle nunca más que hiciera eso. ”Quien algo quiere algo le cuesta “. – Se dijo. No estaba dispuesta a sufrir por esto. Pensaba sin dejar de observar hipnotizada las olas que rompían bajo ella. Miró a lo lejos y le vio bebiendo una copa y observándola. Él la podía divisar desde allí. Era el único que conocía el rincón en el que se habían besado y que estaba ell

Cómo empezó ... (II)

Hacía dos semanas Marta le había presentado a Leonard un proyecto bastante innovador consistente en formar a los propios profesionales en su lado ético, evitando así situaciones desastrosas que luego desembocaban en los tribunales . Él había aplaudido tal mecanismo , cuando a la hora de despedirse la acompañó como siempre a la puerta, un instante fijaron la mirada uno en otro y poco a poco sin pensar se fueron acercando, cuando tocaron en la puerta y la magia se rompió, es más, ni siquiera se miraron para despedirse. La carrera emprendida por él hacia la cumbre no permitía errores y menos en cuestión de faldas. Eso es lo que ella pensaba y no iba desencaminada. Leo nunca había estado con nadie del lugar de trabajo. Era una regla que sabía respetar, aunque esta vez muy a su pesar, no le estaba resultando tan fácil… Le parecía una chica inteligente, muy simpática y tan atractiva que todavía no podía olvidarse aún con el paso de los meses, de la primera vez que se vieron. Le había ma

Cómo empezó ... (I)

La noche estaba empezando. Habían cenado en un restaurante que les había dejando un muy buen sabor de boca y ahora se dirigían a una terraza al lado del mar que conocía Víctor y que se moría de ganas de enseñarles. Era un lugar precioso con música chill out que ambientaba perfectamente, con el volumen adecuado para poder charlar. Leonard se había sentado al lado de ella. No habían vuelto a hablar de lo que les pasó en el despacho. No se habían besado pero estuvieron a punto si no hubiera sido por su secretaria que, oportuna, entró con unos papeles que firmar. Antes de ser presentados ya se habían visto. Mirándose con intensidad, se habían saludado en un pasillo. Cuando horas después fueron presentados para que ella se ocupara de la responsabilidad civil en la sección del Hospital que él dirigía, se sintió un poco violenta, lo que pareció sucederle a él por la idéntica sensación que desprendió al estrecharla la mano. El trabajo la permitía conocer y entablar amistad con todos sus repre

Cómo empezó ...

Charlar con mi hermana Marta me reconforta. Como hoy estoy algo perdida necesito reflejarme en ella. Ver su felicidad para mí es necesario ahora que se avecina la fiesta del año y mis temores e inseguridades que pensaba superadas me asaltan. Por eso llamo a mi hermana y su agitada vida familiar consigue relajarme. Me veo en la obligación de contar cómo surgió todo pues la historia de su relación merece la pena. Saboreo el primer café de la mañana y trato de organizar mis ideas. Cómo empezó...

Marea alta Cosecha de una vida (Epílogo)

Para mi columna de la Revista me encargaron que escribiera sobre los vinos de Madrid, debido al alza del enoturismo, es decir, de la visita de Bodegas y cata de vinos para no necesariamente expertos, que se está poniendo tan de moda. Visité una preciosa Bodega situada en la zona norte de Madrid que me sugirió la siguiente historia. Cosecha de una vida. (Lee post anteriores. 1ª, 2ª, 3ª, 4ª y 5ª parte). La primavera había llegado. Se adivinaba en el paisaje, en la temperatura y hasta en el aire. Jorge y Charly vestidos de chaqué dirigieron sus pasos a través del pasillo de tierra, que crujió bajo sus pies. En las manos de Charly una botella contenía la sangre de sus mejores uvas, con una etiqueta que rezaba “Boda de Blanca y Jacobo”. Introdujeron la nueva pieza en el joyero de su padre, junto a otra botella que recordaba la decisión de Charly de quedarse. Su madre desde la lejanía, distinguió las dos figuras y le pareció que el tiempo no había pasado: Jorge y Carlos se dirigían a su ama

Marea alta Cosecha de una vida (5ª parte)

Para mi columna de la Revista me encargaron que escribiera sobre los vinos de Madrid, debido al alza del enoturismo, es decir, de la visita de Bodegas y cata de vinos para no necesariamente expertos, que se está poniendo tan de moda. Visité una preciosa Bodega situada en la zona norte de Madrid que me sugirió la siguiente historia. Cosecha de una vida. (Lee post anteriores. 1ª, 2ª, 3ª y 4ª parte). Pasadas unas horas, Jorge volviendo de su salida con amigos, observó una pequeña luz que se filtraba desde la bodega. - Pero, Charly… – miró entonces a su hermano mayor con ternura. Se parecía a su padre tanto, que por unos instantes, dudó de lo que veía. Le recogió y casi se lo echó encima para llevarle a su habitación, esperando que su madre no lo viera así. - ¡Hola Jorge! Te quiero mucho. Os quiero a todos.- estaba ya en el estadio del amor sin límites, pensó Jorge. Con éxito, aunque habiéndose abrazado y besado, tanto como casi para recuperar los años de ausencia, consiguió el hermano pe

Marea alta Cosecha de una vida (4ª parte)

Para mi columna de la Revista me encargaron que escribiera sobre los vinos de Madrid, debido al alza del enoturismo, es decir, de la visita de Bodegas y cata de vinos para no necesariamente expertos, que se está poniendo tan de moda. Visité una preciosa Bodega situada en la zona norte de Madrid que me sugirió la siguiente historia. Cosecha de una vida. (Lee post anteriores. 1ª, 2ª y 3ªparte). Se hizo de noche y de nuevo, todos junto con Jacobo, el novio de Blanca, se reunieron frente a la mesa para degustar lo preparado por Piedad. Ahora que todos conocían lo de su tío, estaba más tranquilo. Se había quitado un gran peso de encima. Sin embargo, sospechaba que su madre no estaba muy contenta. No le había dirigido la palabra en toda la noche. Finalizada la cena, Charly y su madre se quedaron solos. Ella apuraba poco a poco su copa de vino. No le miraba. Se limitaba a pasear sus ojos por el silencioso salón. - ¿Qué te pasa, mamá? Porque me estás poniendo nervioso. Dime qué te pasa. – ante

Marea alta Cosecha de una vida (3ª parte)

Para mi columna de la Revista me encargaron que escribiera sobre los vinos de Madrid, debido al alza del enoturismo, es decir, de la visita de Bodegas y cata de vinos para no necesariamente expertos, que se está poniendo tan de moda. Visité una preciosa Bodega situada en la zona norte de Madrid que me sugirió la siguiente historia. Cosecha de una vida. (Lee post anteriores. 1ª y 2ªparte). Tras la conversación con su madre, hizo algunas llamadas a compañeros evitando implicarse. A la hora de la comida, el calor era asfixiante en el exterior, si bien en el porche, rodeados de parras, la temperatura era ideal. La deliciosa comida preparada por Piedad, que era quien se ocupaba de la casa y de la comida, puesto que su madre pintaba muy bien pero cocinaba fatal, agradó a todos. El ambiente tenso de la mañana pareció haber desaparecido y aunque tristes, por el enorme vacío dejado por su padre, trataban de reír y animar a su madre. La sobremesa se alargó hasta bien entrada la tarde recordand

Marea alta Cosecha de una vida (2ª parte)

Para mi columna de la Revista me encargaron que escribiera sobre los vinos de Madrid, debido al alza del enoturismo, es decir, de la visita de Bodegas y cata de vinos para no necesariamente expertos, que se está poniendo tan de moda. Visité una preciosa Bodega situada en la zona norte de Madrid que me sugirió la siguiente historia. Cosecha de una vida. (Lee el post anterior. 1ª parte) Se despertó en su cama, en la de cuando era un chaval. La casa en el centro de Madrid que le supuso su independencia la había vendido ya hacía dos años, la última vez que estuvo en España. Ahora estaba allí de nuevo, en las afueras. Los techos eran muy altos. Era una sensación rara pues ya se había acostumbrado a su piso de Nueva York, que aunque bien situado, era pequeño y de techos algo bajos. La casa de sus padres, en este momento, con la distancia, parecía enorme. No sabía qué hora podía ser. Las contraventanas de madera evitaban que el sol diese alguna pista. Oía a su madre. Con su voz cantarina,

Marea alta Cosecha de una vida (1ª parte)

Para mi columna de la Revista me encargaron que escribiera sobre los vinos de Madrid, debido al alza del enoturismo, es decir, de la visita de Bodegas y cata de vinos para no necesariamente expertos, que se está poniendo tan de moda. Visité una preciosa Bodega situada en la zona norte de Madrid que me sugirió la siguiente historia. Cosecha de una vida. El sol se reflejaba en los cristales del Aeropuerto de Barajas. Los aviones despegaban cada poco tiempo. Su sonido resultaba casi rítmico. A pesar de que había dejado Madrid hacía tres años era como si el tiempo no hubiese pasado. Pensándolo bien, el cambiar de residencia fue una decisión poco meditada, puesto que el trabajo que le ofrecían en Nueva York era tan apetecible que cuando informó a los suyos de las condiciones, no se plantearon lo que pasaría en el futuro, las llamadas, los correos electrónicos y la nueva situación que se dibujaba para los meses, y quizá como luego resultó, para los años venideros. Se aflojó la corbata y la

Sin noticias, pero te sigo (II)

Definitivamente lo de la llegada por Navidad del fantasma del pasado nos ha tocado la fibra sensible. En casa de Alex quedamos para cenar. Degustamos unos espaguetis alla Norma con un vino rosado que hemos subido del nuevo restaurante siciliano de la esquina. Si os preguntáis por qué no una pizza, es que no conocéis a Vincenzo, el dueño del local, pues lo primero que te suelta cuando al leer su carta no encuentras las pizzas es "Somos de Sicilia. Aquí no hacemos pizzas", en un perfecto español que da miedo. El resto te lo tendrá que decir por signos. No sabe más. Alex nos ha planteado el que puede que Jaime vuelva para quedarse. Nos hemos mirado y como en las películas sensibleras nos hemos apretado la mano. Sin avisar, "el que vuelve" se coló en nuestras vidas, en nuestras relaciones e hizo un intento de hacerlo en nuestra cama. Alex nos lo vendió desde la Revista y se nos acercó tanto que casi nos quema. Jaime jugó a dos bandas y media, ya que Inés se retiró cuand

Sin noticias, pero te sigo (I)

Hoy en la Redacción va todo más rápido de lo normal. Se aproximan las Navidades y una revista como la mía se empapa de su espíritu. En mi Departamento de Laboral, nos volvemos como los duendes de Papá Noel generando pagas para todo el personal. Además, váyase a saber por qué, tenemos que ocuparnos del ágape del año, de la madre de todas las fiestas. Si no os lo he dicho ya, lo debéis saber: en esta Revista aparentar no es importante, es vital. Si hacemos una superfiesta sin interés no acudirán los personajes del año, no se nos prestaría atención. Buscamos que lo más elevado y lo más cercano se junten un día y se dejen mimar por nosotros. De ello dependerá mucho de lo que traiga el año siguiente. Una vez aclarado ésto, os contaré que la crisis también nos ha tocado. El derroche se acabó y eso supone invitar a menos gente, conseguir que lo celebren con nosotros los indicados o los que estuvieron de nuestro lado. Aunque los Directores, Noemí y Daniel, lo tienen muy claro: el que venga lo

A veces, puro dolor. A veces, puro vértigo

Ayer celebramos la primera reunión de lectores en "Prólogo" y resultó genial poder compartir pareceres sobre "Pura vida", el libro que decidimos que comentaríamos: érase la historia de dos personas totalmente diferentes que se encuentran e inician una historia juntos. Martín, el pintor, no aportó muchas impresiones hasta que alguien afirmó que el amor a primera vista no existía, que no era creíble. Nunca cambiaría su vida por unirse a otra persona. Entonces todo el grupo nos enzarzamos en una discusión sobre aquello. ¿Somos capaces de dejarlo todo por alguien a quien no conocemos?¿Sólo podemos hablar de amor si sabemos sus gustos musicales, su color favorito y lo que se llevaría a una isla desierta?¿Es tan difícil sentirse atraído por alguien que no vive como tú? ¿Por qué no rendirnos a quien nos acelera el corazón solo con su presencia en una sala llena de gente o con su simple voz pronunciando nuestro nombre? Éramos seis y sólo el bohemio y una chica muy romántic

Marea alta True love & Paradise. Do not disturb (2ª parte)

Este jueves pasado, por encargo de mi Revista, me trasladé en viaje relámpago a un Hotel de la costa alicantina privilegiado por su situación que presentaba su nueva imagen. Como siempre comencé a soñar y qué mejor que mostrar lo que aquel paraíso en la tierra me inspiró. True love & Paradise. Do not disturb. ( Lee el post anterior. 1ª parte) Las jornadas de Medicina Legal fueron un éxito de asistentes y de organización. Todos los conferenciantes estaban encantados con el resultado. Cuando Verónica volvió a su habitación para cambiarse para la cena, encontró una cesta de fresas de un rojo intenso acompañadas de una botella de champán, con una nota que rezaba: “Enhorabuena. Mateo”. Sonrió y decidió que esa noche debían darse una oportunidad. Se puso su mejor vestido y un toque de perfume. Bajó al salón reservado y Mateo al verla no pudo dejar de admirarla arrebatado. Verónica se acercó a agradecerle el detalle y entonces un perfume cautivador salió a su encuentro. El aroma de él hiz

Marea alta True love & Paradise. Do not disturb (1ª parte)

Este jueves pasado, por encargo de mi Revista, me trasladé en viaje relámpago a un Hotel de la costa alicantina privilegiado por su situación que presentaba su nueva imagen. Como siempre comencé a soñar y qué mejor que mostrar lo que aquel paraíso en la tierra me inspiró. True love & Paradise. Do not disturb. Mateo aparcó su moto y cuando se quitó el casco, la brisa marina golpeó su nuca. Estaba algo cansado del viaje, pero en el momento en que admiró el exterior del Hotel, sonrió. El Congreso de Medicina Legal se celebraría bajo un sol radiante y al lado de la playa. Se adentró en la que sería su casa durante el fin de semana, sorprendiéndose de la decoración tan original y elegante que poseía. Una vez instalado en su habitación, se dio cuenta de que estaba un poco nervioso. No era por el tema de la conferencia, que dominaba desde hacía años, sino porque junto a él estaría Verónica. Había entrado hacía poco en el despacho, pero se ganó enseguida la simpatía y el respeto de todos

Vuela, vuela

El Retiro me abrió sus puertas desde el principio. Por allí he paseado amigos, novios y mascotas. He celebrado con alegría la Feria del Libro, con la que cada año agotaba mis ahorros en hermosos, deseados y queridos libros. Caminar arriba y abajo entre las casetas me resulta todavía mágico. Soñar con estar algún día al otro lado forma parte de esa magia. Más adelante, la Madrid Fashion Week hizo que mi trabajo también discurriera por allí. En estos días, relaciono El Retiro con Mónica. Mi amiga, la hippy, la que es tan distinta al resto de nosotros. La que se sonrojó cuando le regalamos un reloj Dolce & Gabanna (sin pensar en ella, lo reconozco) de aires florales muy de su estilo, que nos agradeció, luego cambió y sospechamos que el resto lo ahorró. En este parque conocimos a los "Juanchis" (todos se llamaban Juan algo, lo juro): el grupito de chicos que habitualmente tocaban los bongos y sentados en la hierba reían sin parar, cerca del lago. Fue el nacimiento de una amis

Marea alta ¿Soñar o recordar?

Si me piden que presente mi visión de la vida,abandono el manido criterio de ver la botella medio llena o medio vacía, y no dudaría en afirmar que para mí, hay dos tipos de personas: las que prefieren soñar o las que prefieren recordar. Yo me declaro soñadora. Os explicaré por qué. Para mí, recordar corresponde a quien piensa que lo ha vivido todo. Estar seguro de que lo ha disfrutado, que lo ha tenido ya. Una escena de una película, los acordes de cierta melodía, hasta el aroma de un perfume, nos llevarán a aquel momento inmensamente feliz que nos dejó huella. Me pregunto, si ya no hay nada en el horizonte de quienes prefieren recordar. Sin embargo, soñar, es despejar una incógnita algún día. Tenemos todo el tiempo del mundo para luchar por aquello que deseamos. El devenir de las cosas está en nuestras manos, aunque no poseemos nada. Todo, si es que algo hay, está por llegar. Es una búsqueda continua. Definitivamente me definiría así. Pero también es cierto, que sobre todo tipo de exp

Libros, amigos y ... pura vida

En nuestro afán de sacarle partido a "Prólogo" (en posts anteriores verás a qué me refiero) hemos decidido iniciar un grupo de lectura. Reunirnos unos pocos al mes para comentar un libro que acordemos y disfutar juntos. Era un sueño que compartíamos todos: poder hablar de historias mientras escuchamos música en tono íntimo. Además podremos tomar algo. La idea parece que ha gustado y ya somos dos grupos de seis personas. Hemos propuesto el libro de "Pura Vida" de José María Mendiluce. Os animo a su lectura. ¿Nunca os ha parecido que si comentas algo con otra persona se hace más grande si es positivo y menos importante si es algo que nos preocupa o molesta? Pues intentaremos alargar todo lo posible el placer de leer. Tengo que contaros un secreto: Martín, el pintor, el bohemio (ver post anterior), se ha apuntado. Lupe, y creo que también Inés, aunque ardería en la hoguera antes de reconocerlo, están interesadas en él. Y es que la criatura se pasea por "Prólogo&qu

Buscar nido y daños colaterales

Mi amigo Alex busca piso. Después de reducir sus ingresos debido al nuevo mantenimiento de "Prólogo"(si estás despistad@ lee post anteriores) tiene que mudarse a un sitio más pequeño. No hace falta que os diga cómo está el tema: si es grande está lejos y si está cerca lo normal es que sea pequeño y caro. Así que hay que decidirse: kilómetros o metros cuadrados. Ese es el dilema. Pero la costumbre de estar en poco tiempo en la Revista, lo que muchos llamarían "calidad de vida", vence y el cambio no es tan radical pues se muda al piso de abajo. Como nos lo pedía el cuerpo desde la semana pasada, acordamos montar una fiestecita para celebrar lo que se nos avecina. Todo bueno, seguro. De momento, el nuevo vecino de Alex, el que ha ocupado su casa, se llama Martín y tiene revolucionada a la comunidad con sus aires bohemios, y por qué no, os aviso, con su físico imponente que acompaña de una sonrisa permanente. Lupe, que está encantada de conocerse, se ha ofrecido a guia

Marea alta ¿Truco o trato?

Coincidiendo con la celebrada Halloween, me pidieron que en mi columna, que por vez primera os presento, diera alas a mi lado más oscuro. Pero si yo lo tengo muy escondido, me quejé para mí. Todo lo que escribo es de otro corte. Sin embargo, buscando, buscando, la actualidad se me adelantó inspirándome y demostrando que puedo tener doble fondo, como las maletas. ¿Truco o trato? No tenía que haber venido. Eso fue lo que pensó antes de caer en un sueño muy profundo. Se sentía agotado. No sabía dónde se encontraba ni cómo había llegado hasta allí. Al incorporarse una punzada de dolor le atravesó el pecho provocando la presencia de una desconocida. A pesar de estar tan perdido experimentó una unión especial con ella que deseó desde su falta de recuerdos que fuera con quien compartía su vida. La joven con cierta familiaridad le contó que eran una pareja retirada por amor en la nieve de Suecia. Aún sin tener idea de su situación vital se sintió afortunado y el sueño de nuevo le meció junto a

Domingo de resurrección

Después del sábado de preocupación, decidimos que entre todos sacaríamos adelante "Prólogo". De pronto, queríamos formar parte de aquel negocio que nació por rebeldía y que ahora existía por necesidad. Lupe, f ashion victim en quiebra constante, participaría aportando la publicidad suficiente durante los tiempos de crisis. Inés, que merece una entrada en este blog dedicada para ella sola, llevaría el papeleo que hasta el momento era cosa de una empresa enorme al nivel de los Vázquez (Alex y sus motes). Mónica nos arroparía con su buen humor y alegría, pues su cartera, aunque es lo último de Guess, no da para más. Por mi parte, me comprometí a invertir lo que saco de mis anónimas colaboraciones como "ensayo de redactora" (nombre con el que me bautiza Alex cuando quiere quedarse conmigo) pero columnista al fin y al cabo, en aquel bar con libros, como lo definió mi padre en su última visita. Mi amigo se la había jugado muchas veces por mí, entre ellas cuando quise da

Amor inmenso

Ayer me llamó Marta, mi hermana, la de París. Ya os hablé de ella. Está desesperada. Anda arrastrándose de su casa al trabajo y del trabajo a casa, con sueño y cabreada. Ya no puede más, la situación la supera: su hijo no la deja descansar. Necesita estar con ella a todas horas, precisa su constante atención y no la deja ni a sol ni a sombra. Reconoce que tuvo suerte, que hasta entonces nunca le había dado demasiados problemas, pero ahora cuando se acerca la noche, empieza a temerse lo peor: negativas del pequeño para irse a descansar, las posteriores rabietas y los llantos ininterrumpidos hasta que el cansancio hace mella en mi sobrino quien, de pronto, sin avisar, cierra los ojos y su respiración se hace cada vez más constante, dejando a mi hermana en un mundo de silencio obligatorio para evitar que él se despierte y la vuelva a “atar” junto a su cama. Yo la escucho y sus explicaciones entrecortadas me hacen que compruebe de vez en cuando el teléfono desde el que me llaman pues Mar

Marea alta Autorretrato. Mi contexto

Soy una lectora incansable. Me engancho hasta con los prospectos. Dicho eso, tengo que reconocer que leo en cualquier lugar, en cualquier momento. Tengo una enorme capacidad de concentración. Así cuando voy en un avión, a veces, me agobia la sensación de que no hay nada bajo mis pies, y la mejor distracción es conectar mi Ipod (otro vicio) y leer: un libro que siempre llevo, mi libreta con mis escritos (más vicios) o cualquier revista que pille. Soy una lectora incansable. Así podríamos definirnos mis cuatro mejores amigos y yo.

Se acaba el fin de semana

Me siento tan cansada como el viernes en el que me prometí que me relajaría, que haría esas llamadas atrasadas a mi hermana que está en París, que no me pasaría con la Coca-Cola y, sobre todo, que descansaría. El viernes en el que estaba tan harta de teléfono y que en los e-mails que mandaba a mis compañeras más queridas despedía con un "por cierto,chata, estoy muelta".... En fin, que al final me estresé pensando qué ponerme, no llamé a Marta pues era tarde y estaría acostando a mis sobris, me hinché a burbujas y, claro, nada de dormir más de ocho horas. Estuve exprimiendo cada minuto del día 1 de presunto relax, con Lupe en una fiesta organizada por su empresa de publicidad. Allí nos reunimos todos sus amigos y más. Es una empresa nueva y que tiene que darse a conocer, así que servimos para rellenar y rellenarnos, porque el catering fue estupendo. Casi tenemos que salir rodando. En fin, que a las cinco celebrábamos en casa de la feliz Lupe que todo había sido un éxito. Nos r