Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de enero, 2010

Escape of NY

Mi móvil como ya os conté me trae noticias del pintor que cruzó el charco en forma de SMS: Hi, Milty. Vuelvo el weekend. Necesito comer caliente y desestresarme. El aire de la city me va a volver loco. SOS. Besos. El okupa del .... ;-) Necesito hacer una recomendación para mi columna de Marea alta, así que embarco a Lupe,Alex y Martín en una inmersión en la cultura y el bienestar castellanoleonés: paisajes relajantes, viandas deliciosas y buena compañía.¿Quién necesita más? Hemos quedado sobre las doce para que a nuestro recién llegado a la capital no le mate el jet lag . Vamos pertrechados para que el frío no nos mate al resto. Alex nos mete en su amante bandido como lo llama él (que sí, que pone nombre a todo. Os lo he dicho ya)y nos dirigimos hacia Pedraza escuchando todo tipo de música que nos agrada a todos y que a veces escandaliza a nuestro pintor que parece que todo lo ha visto y/o vivido: Fiesta, qué fantástica, fantástica esta fiesta,... (Fiesta, de Raffaella Carrá Sony Music

Cómo empezó... (XIII)

- Personalmente, ¿has pensado bien el cambio? – miró al lápiz ya mareado. - Pues, Leo, nada aquí me retiene. El proyecto es ambicioso y tengo ganas de iniciar un plan de esta envergadura. –no pensaba contarle nada sobre ella y Amaro. - ¿Te vas a ir a vivir con él? –la pregunta pilló a Marta por sorpresa. - En principio, sí. –incapaz de seguir contando sus planes en común, hizo ademán de levantarse. Él también se levantó. Leo le pareció más fuerte que nunca y recordó la escena apasionada que vivió con él en New Bombay. Si creía que lo había olvidado no era así. Lo había enterrado, pero al verle allí mirándola, con el pelo tan corto y rubio, lacio posiblemente por efectos de una ducha demasiado rápida, sintió que su estómago se alteraba. Otra vez, vértigo. Leo la contemplaba. Miró sus ojos verdes y el pelo castaño recogido en una coleta. Tragó saliva. - Entonces, ¿estás decidida? –dijo situándose delante de Marta, que echó un paso atrás azorada. -¿No hay nada que te pueda decir que te

Precaución. Caution.

En Prólogo las cosas van muy bien. ( Si a estas alturas no sabéis a qué me refiero, no habéis leído desde el principio. Venga, un click de ratón y estaréis al día ). Se llena por la mañana gracias a que está muy cercano a despachos y oficinas y aunque antes se cerraba a las siete, hemos decidido probar a dejar abierto dos horitas más y contratar un cocinero para que los cafés den paso a las copas con una selección de tostas y canapés. Algo sencillo pero que guste. Así que aquí estoy echando una mano en lo que puedo tras salir de la Revista. Estoy cansada pero estar cerca de Alex y Lupe me da energía. Son batería pura. Desde el despacho de Alex distingo una figura conocida. Salgo y me lo encuentro de bruces. -¿Hombre qué haces aquí?- me pregunta el bailarín italiano, confirmado por su acento, con el que comparto gimnasio. - Bueno, es el local de un amigo. - ¿Es tu chico?- investiga sin complejos mientras busca con la vista como si supiera a quien referirse. - No, es una historia larga

Como empezó ... (XII)

Un móvil sonó y ambos miraron por si era el suyo, resultando ser el de Marta. “Muy oportuno “ se dijo. – Es el mío. - Era Amaro. Ambos se miraron serios. Marta cortó la llamada pensando que no estaría cómoda si en ese momento hablaba con él . - Si quieres hablamos ahora. Antes de que me líe y ya sea imposible que me encuentres. - Pues te lo agradecería. Voy a dejar esto- indicó su bolso- Te cuento ahora- y evitó volver a cruzarse con los azules ojos de él. Leo se dirigió cabizbajo hacia su despacho. Se alegró de que su Secretaria todavía no hubiese llegado. Se temía que su puesto era cuestión de horas. La veía convencida. Ya había dejado que las cosas fluyeran, pero no había servido de nada. Había pasado el fin de semana con una chica encantadora, y seguía pensando en ella. Se preguntaba si sabía el efecto que provocaba en él. Contempló desde la ventana de su despacho las nubes que se avecinaban. El día se había empezado a poner gris como su humor. Todo lo que estaba a su alcance lo co

Renace Haití. Que gane la vida

El pasado martes 12 de enero un terremoto de 7.3 grados en la escala Richter asoló el país de las playas de aguas de azules imposibles. Ahora que me siento cómoda en mi sofá, en mi casa caliente, mientras fuera el viento bufa, me obligo a darme cuenta de lo afortunada que soy. Comprar un bolso Guess en las rebajas y disfrutar con ello me recuerda lo superficial que soy. En un día como hoy, que soy tan cobarde que no puedo poner la televisión porque mi mirada se choca con imágenes de gente destrozada, que ha sido castigada por la tierra que sufre lo que tod@s hacemos contra ella. Hoy se me humedecen los ojos mientras veo una foto en El Mundo.es de dos jóvenes que de la mano pasean entre la más absoluta desolación. Pero hoy quisiera luchar con ell@s para que salgan adelante. Mandaremos energía positiva. La vamos a necesitar. FUERZA Y AMOR. TOLERANCIA Y HUMOR. RENACE HAITÍ. QUE GANE LA VIDA. En la web de cualquier banco podéis hacer donaciones. Ayudemos.

Piruetas

En este nuevo año que ha entrado, como la mayoría de los mortales, hemos decidido retomar lo de ir al gimnasio, pues tras las fiestas y lo de regentar “Prólogo” (si estás despistad@, lee posts antiguos) nos estamos abandonando. Así que hemos ido Lupe y yo de compras a por el modelito ideal para ir a Funky. Nos hemos tirado a por lo último de Adidas y Nike. Esta temporada el color negro y oro nos ciega y caemos. En la clase nos desfogamos al ritmo de buena música y reímos con nuestras compañeras. Sudar junt@s une, creedme. Si asistís a algún tipo de curso colectivo sabréis de lo que hablo. El gimnasio al que acudimos es un centro dedicado a la danza, en general, y tienen una sala que alquilan para compañías y es muy posible que si un día nos acompañas te encuentres con bailarines que siguen el ritmo de la melodía de turno e incluso el cantante in person . Esta tarde nos quedamos abobadas ante el cristal que nos lleva ante un espectáculo de sonido y baile. Se mueven al ritmo de la últim

Más de Cómo empezó .... (XI)

Una vez que los Reyes nos han dejado, los árboles de Navidad han sido replantados (espero que así sea) y sus adornos fueron enrollados en papel de periódico para el año siguiente, retomo la historia de mi hermana Marta y Leonard, su chico francés, que espero que os haya enganchado, pues hay mucho todavía por contar. Observo desde mi ventana cómo cae la lluvia en el exterior. Repiquetea contra el cristal y aterriza sobre el suelo borrando toda huella de la nieve que nos ha acompañado estos últimos días. Cómo empezó ... (XI) Habían pasado ya cinco meses desde que Marta y Amaro se conocieran, y poco a poco habían ido espaciando menos cada visita, ya que con el avión pronto estaban uno cerca del otro. Cada vez estaban más unidos y deseaban en algún momento próximo juntarse y eliminar las barreras geográficas. Marta tenía pensado lanzar el proyecto en tierras de Amaro. Todo pasaba por dejar lo que hasta entonces había desarrollado a otra persona, a la que tendría que dar el visto bueno Leo,

Año nuevo, energía nueva

Un hola resbaladizo a tod@s, ya que la nieve está todavía pegada a mis botas. Estas fiestas han sido geniales, llenas de risas, regalos, familia y amigos. Ha sido como la práctica mayoría de mis últimas Navidades, pues he comido mucho roscón y he prometido hacer demasiadas cosas en el nuevo año, o sea, otra vez lo de siempre. He tenido la suerte de poder abrazar a mi hermana y confesar que estoy contando la crónica de su relación con Leo por entregas, como las buenas historias. Ella se ríe, pero sé que esa parte de su vida le llena de orgullo y satisfacción. Yo también río y me acuerdo del pintor que ahora pasea sus modos de artista por la city. Sí, Martín como ya os conté se marchó a Nueva York con los bolsillos llenos de ideas, deseos y cuadros, muchos cuadros con tonos rojos, amarillos, azules que me emocionaron cuando en una sesión intensiva y privada de arte contemporáneo, en Nochevieja, a espaldas de todos, me mostró sus creaciones. Todas llenas de sentido para él y de signific

Marea alta Del reencuentro con las Navidades

Tras la resaca navideña, no me resisto a abandonar esta época de ilusiones, sonrisas y roscones... Trato de tener espíritu crítico y dejar ir esta sensación de emoción que reconozco que más de una noche me ha inundado y deseo que a vosotr@s también. Aunque soy consciente de que, a veces, las fiestas y las experiencias pueden ser diferentes. Es por eso que en mi columna he decidido despedir a la Navidad como se merece y como sólo sé hacer: con un relato que me inspira la nieve que veo caer desde la ventana y que me hace más difícil el adiós ... Del reencuentro con las Navidades. Uno. La caída del primer copo de nieve pilló a casi todo el mundo por sorpresa. A Lucía Gómez no. Lo había deseado con tanta fuerza que fue la confirmación de un hecho: las Navidades volverían a ser especiales. Desde que llegó a Londres hacía dos inviernos procedente de España no había disfrutado de ver caer la nieve. El inicio de la lluvia blanca le encontraba siempre trabajando entre expedientes y papeles. El

I love NY?

Glups.... - Enhorabuena. Es muy buena noticia ... - Pero no le miro a la cara. No sé mentir. Lo celebro por él aunque no me alegro ... por mí. - Sí. Volvería en un mes.- Y me mira con sus ojos verdes grisáceos que me aturden. Me quedo sin palabras. Mierda. Me había ilusionado. Un camarero me obliga a replegarme en el momento más inoportuno y acabo encajando al bohemio, el pintor promesa que próximamente cruzará el charco, en una columna, pegándose mi cuerpo al suyo, así, de forma natural. También de forma natural él me sostiene por la cintura como para protegerme. Mi pulso se acelera. La música que retumba, retumba menos. Nos quedamos mirando un instante. No sé que hace el resto del mundo, yo sólo llevo a cabo los movimientos básicos e involuntarios: respiro, parpadeo y me late el corazón. Sus labios encuentran mi oído y susurran las palabras mágicas: "Ven conmigo, Milty". A pesar de que es casi mi fiesta, me olvido de todo y le sigo a lo más profundo y oscuro del salón vola

Cómo empezó ... (X)

Dejó de devolverle la mirada. Eso es lo que él quería, pues no lo tendría. A Leo le dolió. Sin querer pensar, se disculpó de Sonia, la chica que volvería a estudiar medicina, y fue hacia ella. - ¿Nos disculpa?- y sin que Marta o su interlocutor pudieran decir algo, la llevó al otro lado del salón. - Espera, Leo. ¿Qué quieres? - ¿Saldrías un momento al vestíbulo conmigo? Por favor. –Susurró casi suplicante. Sin decir nada, avanzó hacia el amplio vestíbulo en el que una suave música sonaba. Marta se giró hacia él tratando de parecer firme. Estaba acostumbrada por su trabajo a aparentar dominar la situación a pesar de estar tan nerviosa como se sentía. - He intentado …- pero cuando Leonard iba a sincerarse, un colega les interrumpió para felicitarle. Entonces él, con su mejor sonrisa, le agradeció el gesto y decidió que era mejor salir al jardín. Lo cierto es que Marta, estaba disfrutando de todas las maniobras de él, aunque no sabía exactamente qué es lo que pretendía. Era un hombre mis

Cómo empezó ... (IX)

La conferencia discurrió monótona para Marta, que esa jornada sólo tocaba algunos puntos. El peso pesado de la charla del día la tenía Leonard. Resultaba interesante lo que contaba y cómo se expresaba. Se notaba el entusiasmo que sentía por su trabajo. Su cara se iluminaba con las preguntas de los presentes. Finalmente, le tocó el turno a Marta para analizar determinado aspecto de la responsabilidad civil, aunque el grueso de su intervención había sido el día anterior. Los asistentes se mostraron muy interesados por lo que aportaba su punto de vista, lo que hizo que Leo no se arrepintiera de haber incluido este nuevo engranaje en su equipo, si bien, personalmente, estaba sufriendo. Esa mañana había llamado a su hija que se encontraba fuera con su madre. La niña le daba fuerza. Con ella y sus palabras no se sentía solo. Miró a la conferenciante. “Tendré que acostumbrarme a esto. A tenerla tan cerca y no poder sentir nada. “ Entonces Marta, le miró y fue ella quien sin querer e imagin