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Mostrando entradas de julio, 2014

Infame Buttercup Infamous Buttercup

Aroma. Efluvio. Fragancia. Perfume. Esencia. Feromonas… ¿Fero… qué? Acabo de leer sobre esa sustancia misteriosa  que secretamos los seres vivos y  que puede provocar que nos volvamos locos. Investigo un poco más y aterrizo en la Gran Manzana, ¡cómo no! y alucino con lo  de organizar  una Fheromone Party, o sea, Fiesta de la Feromona. Solo se necesitan unas bolsas de plástico, una camiseta con la que hayas dormido la noche anterior y supongo que sentido del humor por si tu nariz se equivoca. Elegir a quien te huele mejor te promete un éxito seguro o eso indican los organizadores : ) Esto me plantea un dilema. Hasta ahora yo misma me calificaba como una mujer aromática. Todo tiene un olor característico: mi padre recién afeitado, el mar, la escuela, un libro, El Cairo, la piel de mi primer novio surfista, los abrazos de mamá Flinn,  la discoteca en la que no paraba de bailar, Londres,  mi amigo Alex, un juguete nuevo, el café, una casa en la playa, prepararse para una cita, …

A patadas con la primavera (y con el verano) A spring kicks (and summer)

  El 21 de junio comenzó la estación del agua, del sol, de olor a sal en el cuerpo y luego el aroma de aftersun. Aunque también   la sensación de que todo me da vueltas cuando cierro los ojos tras salir de la piscina de mi casa... Refresca y mucho. Sin embargo este post me sale porque ha llovido demasiado y llevo a patadas con el verano desde que empezó. No he podido todavía ser arrastrada por el mareo de mi piscina (no llego a tiempo), no he tenido manera de saber qué playa me relajará (no he podido gestionar mi verano) y no he bajado mi factor de protección tomando el sol (porque la luz solar solo me toca a través de los cristales ahumados de la Ofi). Y arrastro mis pies normalmente ligeros. Me echo lágrimas artificiales casi compulsivamente aunque sé que es el cansancio y eso no se humedece. Pido la luna a quien no me da ni los buenos días. He mirado mi calculadora rosa y sentido la necesidad de echar a correr con ella bajo el brazo muy lejos. Sigo adelante. Respiro.