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Mostrando entradas de febrero, 2015

Instrucciones para traspasar una pesada carga Instructions to transfer a heavy load

Hoy tengo que hablar de las obsesiones o de por qué hay cosas/personas que nos llevan por el buen o el mal camino según se mire. Me pregunto y lo digo gráficamente,  si tendremos una tecla con la que podríamos apagar o encender nuestros deseos?¿? O una llave que nos apague o nos encienda ¿¿?¿ Imaginaos qué fácil sería pasar de todo eso que sabemos que amenaza ruina: trabajo, amistad, amor, desamor,… Pero no, los instintos están ahí para reírse de las ganas de poner tierra, paredes o cierre de ojos ante lo que nos desconcierta. Porque a mí lo de "ojos que no ven corazón que no siente" no me funciona. Lo sé. Tengo una amiga que está pasándolo un poquito reguleras y estamos dándole apoyo  moral a través de salidas de día, escapadas en la hora bruja, charlas y mucha música y literatura. Y es que mi amiga se pregunta, que dónde se ha dejado el cerebro con el que ha aprobado miles de exámenes, sorteado golpes de la vida, leído montones de libros, aprendido  a sonre

Querida Uma Dear Uma

Querida Uma*: Te confieso que me has decepcionado. Nunca pensé que una mujer tan fresca, peculiar, fuerte e irreverente (aunque nunca oí nada loco sobre ti, me das esa impresión) pudiese ceder. Dejarse agitar por la sensación de que llegada cierta edad debemos echarnos atrás y renunciar a arrugas y cicatrices que nos definen, no te lo perdono. No sé qué nos pasa a las mujeres a partir de los cuarenta. En vez de comprarnos deportivos y lanzarnos a la lujuria más absurda, nos enganchamos a una necesidad de ser como éramos antes. Sería mejor no hacer ninguna  tontería, pero puestos a pedir, es más alegre lo de coleccionar coches y explorar nuevos cuerpos, así a priori, que perder la cabeza, ¿no? Fatal ejemplo para mujeres y desgraciadamente niñas que no aprecian su conjunto: su mente y su cuerpo. Si alguien no valoró esas 44 primaveras en todo su esplendor, el que debería operarse es el/la  idiota en cuestión. Sé que un día te levantaste y no te gustó lo que sentiste. Pap

Madrid está de moda Madrid is fashion

La pasarela de Madrid cumple 30 años de existencia y crece en números. En esta 61 edición se incorporan nuevos creadores (un total de 44 y 15 talentos EGO) y hay  récord de patrocinadores. Quiero verlo todo, así que cargo la batería de mi Nikon y  voy hacia el Pabellón 14 en una tarde desapacible de viernes. No importa el frío. Necesito inspiración. Desigual es la marca encargada de romper el hielo para presentar las tendencias con su modelo abanderada Chantelle Winnie, afectada por la enfermedad del vitíligo, que demostró ritmo, alegría y desenfado en una colección llena de denim, colorido y lo típico Desigual. Me recibieron con un chocolatito bien rico y después pude curiosear entre los burros que El Ego nos deja que toquemos: mucho diseño, estampados peculiares y formas que te hacen sentir que estás entre profesionales. Cuando la marca catalana se marcha al Kissing room, el Cibelespacio cobra vida y todo gira en los stands que los patrocinadores nos ofrece

Ráfagas irreverentes Irreverent blasts

Ya os he contado que tengo un vecino que toca la guitarra, que es chino, arquitecto y muy amable. Su música ha sustituido el spotify mientras estoy en casa. Lo único  es que su repertorio se ha quedado en la banda sonora de Begin again, que me parece bien, me agrada un montón, si bien espero que Lost in stars desaparezca una tarde de éstas. Os habréis fijado en que los días ya son más largos. Que hay más luz durante más horas. He leído que los rayos de sol generan la producción de serotonina, la hormona que favorece el buen humor y que la falta de luz provocaría melatonina, que es la hormona del sueño. Sin embargo, llevo un par de semanas con ganas de pasar unos días viviendo en mi cama. Como Yoko Ono y John Lennon en su Bed- in (encamamiento) por la paz.  Eso busco yo también. El otro día alguien que a veces me conoce y otras no,  me dijo “te veo apagada” y en un arranque de sinceridad contesté que me sentía como las luces de los árboles de Navidad, intermitente. Ah